"La tecnología nos conecta, pero ¿a qué precio? En un mundo en constante transformación, debemos reflexionar sobre cómo los avances impactan nuestra identidad, nuestras relaciones y nuestro sentido de ser."
Introducción
Lo contemporáneo está en constante cambio, y con ello, las personas que viven en
cada tiempo. Hermann Hesse (2020), en su obra El lobo estepario, señala: "Cada era tiene su propio estilo, tienen sus actos bondadosos y crueles; consideran ciertos
sufrimientos como parte de la vida y aceptan ciertos males con tolerancia" (p. 59). La sociedad, con sus constantes transformaciones en áreas como la cultura, la tecnología, los valores y los ideales, obliga al ser humano a correr al ritmo de su época. Cada período parece imponer un estilo de vida particular, que las personas perciben como propio, aunque, en realidad, es una adaptación a los imperativos del tiempo.
Hoy, la identidad humana se proyecta y propaga a través de los medios digitales. Como señala Han (2022), "uno se explota con iniciativa propia pensando que está realizándose o creciendo" (p. 45). Esto refleja una incapacidad de mostrar algo auténtico en redes sociales, donde los ideales de la época promueven el exceso, la perfección y una cultura de disfrute. En este contexto, Diana Sahovaler de Litvinoff (2016) explica: "El sentimiento de culpa, en esta época, no queda ligado a haber disfrutado en exceso, sino a no alcanzar el grado de placer dispuesto por los imperativos sociales" (p. 17). Así, el ser humano se convierte en un objeto de valor para un público tras una pantalla.
Pantallas y Distancia: Entre lo Virtual y lo Humano
"En la época actual, las personas en pocas ocasiones se miran directamente a los ojos; la presencia de una pantalla está constantemente en el medio. Este dispositivo nos distancia, en lugar de acercarnos" (Regis, 197, p. 12). En este contexto, Han (2021) afirma que "todo lo que incluye lo terrenal está siendo sustituido por lo digital" (p. 13). La digitalización de nuestras interacciones genera un espacio donde el sujeto puede fantasear y crear un personaje acorde a las expectativas externas, pero desconectado de su realidad tangible.
Los imperativos de la época: De la represión al exceso
En lugar de culpar a los avances tecnológicos, es necesario examinar cómo los ideales de la época influyen en el ser humano. Diana Sahovaler de Litvinoff (2016) plantea que "el continuo de etapas históricas se basa en características contrastantes: una época brinda mayor libertad, y la siguiente, mayor control. Estas transiciones no solo afectan el contexto social y cultural, sino también la percepción de uno mismo y la relación con el entorno" (p. 13).
Hoy vivimos en una era marcada por el mandato del exceso, promovido por una lógica capitalista que exige disfrutar continuamente. Este mandato genera ansiedad en el sujeto, que siempre busca "vivir más" o "pasarlo mejor". Según Bude (2017), "la angustia emerge cuando sentimos que no podemos cumplir las expectativas de los demás, lo que realmente molesta no es la situación como tal, sino la sensación de estar en desventaja en comparación con nuestros semejantes" (p. 27).
En las redes sociales, esta dinámica impulsa al ser humano a actualizarse constantemente, mostrando versiones ideales de sí mismo, acorde a un contexto donde la perfección visual y emocional es el estándar.
Conclusión
La tecnología forma parte esencial de la vida moderna, pero su presencia en los medios digitales amplifica los ideales de una época centrada en el exceso. La búsqueda incesante de placer y disfrute puede llevar al sujeto a exceder sus propios límites, provocando malestares emocionales o incluso adicciones.
El problema no reside en el disfrute per se, sino en la imposición de estándares que superan las capacidades humanas. Es aquí donde la terapia psicológica juega un papel crucial: brindar un espacio para detenerse, reflexionar y redibujar los límites personales. Solo así, el ser humano puede encontrar un equilibrio entre las demandas de la época y su autenticidad.
"El desafío no es adaptarse al ritmo de los tiempos, sino encontrar en medio del caos un espacio para ser uno mismo."
Bibliografía
Hesse, H. (2020). El lobo estepario. Quito: LIBRESA.
Han, B. C. (2022). La expulsión de lo distinto (2da edición). Barcelona, España: Herder.
De Litvinoff, D. S. (2016). El sujeto escondido en la realidad virtual. Buenos Aires: Letra Viva.
Regis, D. (197). Nuestro ojo ignora cada vez más la carne del mundo. Barcelona: Paidós.
Han, B.-C. (2021). No-Cosas. Bogotá: Taurus.
Bude, H. (2017). La sociedad del miedo. Barcelona: Herder.
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